Reflexiones, recursos y rituales para acompañarte en el camino de volver a ti.


Este blog es un espacio terapéutico donde la palabra escrita se convierte en puente: entre la mente y el cuerpo, entre lo vivido y lo sentido, entre el silencio y la expresión. Aquí encontrarás textos bilingües, ejercicios de autocuidado, afirmaciones visuales y pequeñas prácticas pensadas para sostenerte en días suaves y también en los complejos.


No necesitas tener las respuestas ni saber por dónde empezar. Basta con una respiración, una palabra, o una intención suave. Eso ya es un inicio✨




Reflections, resources, and rituals to support you on your path back to yourself.


This blog is a therapeutic space where written words become a bridge: between mind and body, between experience and feeling, between silence and expression. Here you’ll find bilingual entries, self-care exercises, visual affirmations, and gentle practices designed to support you—on tender days and tough ones alike.




You don’t need to have answers or know where to begin. A breath, a word, a quiet intention—that's already a beginning.✨


“Acompañando a nuestra niña interna con la ternura que siempre mereció.”

🌸 Sanar a la niña interna: un camino de reencuentro


Reconociendo heridas antiguas con nuevas formas de presencia y cuidado

Sanar no siempre es lineal. A veces, se siente como un ciclo—una memoria corporal, un eco emocional, una voz interna que aún tiembla. Como terapeuta y como mujer en mi propio camino de sanación, he aprendido que muchas veces no solo acompañamos a otras personas, también estamos aprendiendo a acompañar a nuestra niña interna.

Esa niña que quizás necesitaba protección, ternura, validación. Esa niña que desarrolló estrategias para sobrevivir—callar, complacer, desconectarse—y que ahora merece espacio para florecer.

Mi enfoque terapéutico honra lo somático, lo cultural, lo relacional. Y desde ese lugar, te comparto algunos ejercicios sencillos que pueden ayudarte a reconectar con esa parte de ti:


🪷 1. Rincón seguro Crea un espacio físico o imaginario donde puedas “visitar” a tu niña interna. Coloca un objeto significativo, una imagen de tu infancia, una manta suave. Pregúntale: “¿Qué necesitas hoy?” Y escucha sin prisa.


🎶 2. Canción de consuelo Encuentra una canción que le habría dado consuelo a tu niña (o que le da consuelo ahora). Escúchala mientras colocas las manos sobre tu corazón. Respira con ella.


🖍️ 3. Dibujo libre con tu niña Sin juzgar, toma colores y papel. Dibuja como lo harías de pequeña. No tiene que “tener sentido”, solo conectar con lo espontáneo. A veces la creatividad es la lengua materna del alma.


💬 4. Escribe una nota para ella “Querida pequeña yo…” Permítete escribirle con ternura, como lo harías con una niña que amas. Puedes decirle lo que te hubiera gustado escuchar, o simplemente reconocer todo lo que sobrevivió.


Sanar a la niña interna no es “arreglarla”, es permitirle sentirse vista, amada y segura… en el cuerpo de la adulta que eres ahora.


Estoy contigo en este camino. Y si algo de esto resuena, te invito a seguir explorando. Tu historia importa, y esa niña merece todo el cuidado del mundo.


By Miriam Zenteno-Spencer July 4, 2025
"A veces el cuerpo habla antes que la mente. Y lo que sentimos como dolor físico, tensión o fatiga… puede ser la forma en que el trauma se manifiesta sin palabras".  La terapia somática nos invita a mirar el cuerpo como testigo silencioso de lo que vivimos. No se trata de buscar recuerdos exactos, ni de revivir el pasado — se trata de notar cómo el cuerpo intenta protegernos, incluso cuando no entendemos por qué duele. Este post es una guía compasiva para empezar a reconocer esas señales físicas que no son exageración… son memoria emocional que merece ser escuchada con ternura. 🌿 Ejercicios somáticos para acompañar las señales del cuerpo: Cuando el cuerpo recuerda, no busca dramatizar. Busca liberarse. Por eso, te comparto prácticas simples que podés hacer desde tu casa —sin exigencia, sin juicio, como caricias que le susurran al cuerpo: “te escucho, no estás sola.” 1. Tensión en la mandíbula Colocá tus manos tibias sobre las mejillas, y hacé pequeños movimientos circulares en la zona de la mandíbula. Probá soltar un suspiro con sonido: “aaah…” varias veces. Es una manera de liberar lo no dicho con amabilidad. 2. Fatiga constante Permitite una siesta emocional de 10 a 20 minutos, sin culpa. Acostate o recostate con una manta ligera, manos sobre el pecho y el abdomen. No tenés que dormir —solo descansar y decirte: “Merezco pausar.” 3. Problemas digestivos Cociná o serví un bowl con alimento suave (sopa, arroz, vegetales) y comelo sin pantallas, en silencio o con música suave. Agradecé al cuerpo su esfuerzo por recibir, aún en medio del malestar. 4. Palpitaciones o falta de aire Practicá la respiración 4-6-8: inhalá en 4, sostené en 6, exhalá en 8. Mientras lo hacés, elegí un objeto del entorno (una planta, una vela, una taza) para mirar y anclarte. Tu cuerpo necesita saber que hay algo seguro cerca. 5. Dificultad para dormir Antes de acostarte, sumergí los pies en agua tibia por 5 minutos. Luego, al secarlos con cuidado, decite: “Puedo soltar por ahora.” Este ritual ayuda a decirle al sistema nervioso: “estamos bajando la guardia.” 6. Dolor de espalda o hombros Tomá una manta o almohada ligera y apoyala sobre tus hombros. Dejá que el peso te dé contención. Movete con lentitud, estirá los brazos, y decite: “No tengo que cargarlo todo sola.” 7. Sensación de desconexión del cuerpo Colocá una mano en el pecho y otra sobre el abdomen. Cerrá los ojos y repetí en voz baja: “Estoy aquí. Este es mi cuerpo. Este momento es mío.” Podés hacer esto al despertar o en momentos de ansiedad. 8. Cambios en apetito o náuseas Prepará una infusión que te traiga calma (manzanilla, jengibre, lavanda). Mientras la tomás, preguntate: “¿Qué parte de mí necesita cuidado ahora?” El cuerpo a veces responde con poco, si lo escuchamos con todo. Descarga esta guía somática creada por mí para acompañarte entre sesiones. Incluye prácticas simples y compasivas para ayudarte a escuchar lo que tu cuerpo siente, incluso cuando no hay palabras para explicarlo. Ideal para usarla a tu ritmo, volver a ella cuando lo necesites o integrarla como recurso de autocuidado en tu camino terapéutico.  
By Miriam Zenteno-Spencer June 26, 2025
Micro-Gestures to Reconnect with Yourself.
By Miriam Zenteno-Spencer June 25, 2025
Tú sabes cómo volver a ti: empieza por lo pequeño.